martes, 31 de enero de 2012

Venezuela


¿Que es el Socialismo del siglo XXI?


 La Revolución Bolivariana

Es un proceso de socialización que abarca todos los ámbitos de la vida social. Desde 1999, este proceso se ha ido desarrollando, socializando cada vez más elementos, incluso aquellos intangibles como el derecho del pueblo de decidir sobre su propio destino. En medio de crisis del neoliberalismo surge el Socialismo del Siglo XXI, un proyecto emancipador por primera vez enunciado en el Ecuador por el Presidente Rafael Correa, en la histórica ceremonia de Zumbahua. Un proyecto que pretende encauzar por nuevas vías a las fuerzas sociales identificadas con el cambio social. El Socialismo del Siglo XXI  "Es un socialismo que ha preferido sintetizar la herencia cultural, social, histórica y política de sus raíces y fuentes originarias – el socialismo indoamericano, la resistencia cimarrona afroamericana, la teología de la liberación, el bolivarianismo y la gesta independentista de nuestros libertadores, el marxismo, el ecosocialismo, la perspectiva de género, la democracia de la calle y la revisión crítica de los postulados del socialismo real – antes que cavilar en la ya conocida incertidumbre de extrapolar disciplinas fundamentadas en visiones eurocentristas o asiáticas de organización de la sociedad".
En primer lugar El Socialismo del Siglo XXI, pues, se declara antineoliberal. En segundo lugar, el colapso del socialismo histórico, o socialismo real como se le conoce más comúnmente, ocurrido entre los años 1989 y 1990, que provocó la desintegración tanto de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) surgida con la Revolución de 1917, como de los países de Europa Oriental incorporados a la órbita comunista al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Este acontecimiento provoca, entre otros, dos efectos concurrentes: la crisis de los viejos paradigmas sobre los cuales se edificó el socialismo del siglo XX, entre ellos el paradigma del sujeto de la revolución; y la construcción de un mundo unipolar que desplaza el eje Este-Oeste hacia el eje Norte-Sur.
El Socialismo del Siglo XXI se construye n diálogo y confrontación, al mismo tiempo, con el socialismo real del siglo XX, y se levanta como un nuevo paradigma que responde a las exigencias de los países del Sur, especialmente de América Latina. Podría decirse que el Socialismo del Siglo XXI se construye como fruto de una negación dialéctica del socialismo real, esto es negación de lo viejo y recuperación de lo nuevo que está en germen. Existen, pues, afinidades y diferencias. La primera afinidad, la más elemental, es que ambos tipos de socialismo se declaran anticapitalistas; comparten una matriz conceptual que tiene que ver con lo que Marx denominó el cambio de las relaciones sociales de producción. Ambos comparten la idea de transformar las relaciones de explotación en relaciones de solidaridad. Lo que caracteriza al capitalismo es el postulado de la supremacía del capital sobre el trabajo, y este postulado determina la organización de la sociedad. El capitalismo subordina y condiciona el trabajo humano a las necesidades de acumulación de capital, asignando al mercado un rol preponderante. La Revolución rusa de 1917 se propuso liberar al trabajo de la tiranía del capital. Pero de allí surge la primera divergencia. El socialismo real, lejos de caminar por el sendero abierto por Marx, compartió con el capitalismo una noción de desarrollo que privilegió los factores tecnológicos sobre los humanos, impulsando procesos de industrialización que cobraron millones de vidas. "Los soviéticos no solo fracasaron por la prácticas burocráticas del Partido, sino porque reprodujeron la lógica de la acumulación capitalista en una óptica economicista y tecnocrática: no eliminaron la extorsión del trabajo, aplicaron el desarrollo científico-técnico sin crítica, apoyaron el taylorismo, bautizado por la época como stajanovismo". El socialismo real no logró comprender la teoría marxista sobre las relaciones de producción y generó una oposición equivocada que aún hoy sigue siendo fuente de controversias, la oposición entre propiedad privada y propiedad estatal. Correa prefiere hablar de democratización de la propiedad antes que de estatización de los medios de producción. "Se pueden estatizar – dice – ciertos medios de producción y hay sectores claves donde debe ser el Estado el que tenga la propiedad sobre esos medios de producción. Pero, hablar en el siglo XXI de la estatización de todos los medios de producción y la eliminación de la propiedad privada sencillamente sería una locura". En términos más teóricos, el pensador norteamericano Eugene Gogol, explica esta situación diciendo que "la liberación-emancipación exige como condición un cambio en las relaciones de producción, de las cuales el problema de la propiedad es solo un aspecto". La democratización que plantea Correa tiene que ver tanto con el proceso como con el contenido. No se trata de eliminar la propiedad privada sino de extenderla progresivamente a los más amplios sectores de la sociedad, y se trata de hacerlo por la vía legal, al menos durante esta fase del proceso.

¿Qué es verdaderamente El Socialismo del Siglo XXI?

En este apartado trataremos de responder a este cuestionamiento, para ello usaremos el texto Oscar Reyes “Sobre el socialismo de siglo XXI en Venezuela” como marco teórico del discurso Bolivariano. Haremos hincapié en el aspecto económico y especialmente en lo que respecta en el tipo de propiedad, sin dejar de ver, pero de manera superficial, los diferentes niveles de análisis de una sociedad, es decir los niveles Sociales, políticos e ideológicos de Venezuela.
Según Oscar Reyes “…el régimen de propiedad en un socialismo del siglo XXI parecería tender a ser de tipo mixto”. Para consolidar su argumento el autor nos muestra en su artículo una cita de Chávez que dice:
No queremos sustituir la inversión privada, lo que queremos es unirnos con la inversión privada, queremos seguir oyendo y oír con más claridad y con más atención cada día. Pero luego que trabajemos todos juntos en función de la estrategia y con las libertades que el país ofrece y el sistema político ofrece (…) Hay que considerar que la producción privada en la Constitución tiene ahora un nuevo sector que hay que apoyar, y que nadie lo vea mal: el cooperativismo. El cooperativismo es parte del nuevo modelo económico (…) Porque eso es fundamental para el  nuevo modelo socioeconómico: la inversión social, para incrementar la capacidad de nuestro pueblo, para el pensamiento y para la acción, para el trabajo[1].
Reyes argumentan al igual que otros intelectuales Chavistas “…el reto que se propone la dirigencia venezolana en el gobierno es verdaderamente colosal, porque se trata de lograr algo así como la cuadratura del círculo, de encontrar un sistema en cuya búsqueda han fracasado no sólo algunas de las inteligencias más lúcidas de Europa, América y el resto del mundo, sino también de implementarlo, algo en lo que igualmente han fracasado – a veces parcialmente, a veces rotundamente- sociedades con tradiciones culturales e históricas tan esplendorosas como Rusia, China o Alemania Oriental”.
 Ahora bien, ¿a quién favorece que se mantenga la propiedad privada?, estas medidas tomadas por el Presidente venezolano ¿crea las condiciones para que Venezuela llegue al Socialismo y elimine la explotación de un sector de la sociedad por otro?
Nuestra respuesta es que el llamado “socialismo del siglo XXI” no favorece a la transición de una sociedad capitalista a una sociedad Socialista y por ende no a de eliminar la explotación de un sector al otro, aunque en realidad es en el comunismo donde no existiría la explotación de un individuo sobre el otro. Mejor dicho el Socialismo del siglo XXI no tiende a superar al sistema Capitalista, sino tiende a extender su vida.
¿Por que decimos esto? Según vemos la convivencia de un sector publico con uno privado no generaría de por si el socialismo, ya que ambos sectores entrarían  en conflicto y competirían por ganar en el mercado. O como dice Engels “Los medios de producción y la producción se habían convertido esencialmente en factores sociales. Y, sin embargo, veíanse sometidos a una forma de apropiación que presupone la producción privada individual, es decir, aquella en que cada cual es dueño de su propio producto y, como tal, acude con él al mercado” (…) la producción de mercancías tiene, como toda forma de producción, sus leyes características, específicas e inseparables de la misma; y estas leyes se abren paso a pesar de la anarquía, en la misma anarquía y a través de ella. Toman cuerpo en la única forma de ligazón social que subsiste: en el cambio, y se imponen a los productores individuales bajo la forma de las leyes imperativas de la competencia. En un principio, por tanto, estos productores las ignoran, y es necesario que una larga experiencia las vaya revelando poco a poco. Se imponen, pues, sin los productores y aún en contra de ellos, como leyes naturales ciegas que presiden esta forma de producción. El producto impera sobre el productor…”[2]. Como vemos en este pasaje Friedrich Engels, nos devela en su libro que a pesar de que allá una economía planificada pero que en ella siga existiendo sectores privado, la competencia de mercado hará que se recomponga el sistema capitalista a pesar de que la voluntad del productor no quiera; porque si quiere subsistir deberá recurrir a las mejoras de la producción que tiene como una de las consecuencia concentrar el capital y aumentar la explotación del trabajador.

 Un poco de Realidad

Para profundizar la discusión, en este apartado veremos y analizaremos algunos artículos periodísticos.
“1. (SBU) El 23 de diciembre, durante una venta de vehículos Comerso en la Plaza de Caracas, el gobierno venezolano (GBRV) vendió una parcela de 300 vehículos, incluidos los vehículos fabricados en la empresa mixta Venezuela-Irán VenIran y Volkswagen importadors libres de aranceles desde Argentina . El ministro de Comercio, Eduardo Samán dijo que la república bolivariana de Venezuela (GBRV) había entrado en el sector de la automoción con el fin de combatir la especulación capitalista que permitió a los distribuidores de vehículos privados obtener ganancias de un 400 por ciento. "Si no pagáramos un arancel del 40 por ciento para cada vehículo, podríamos vender autos a un precio menor también", dijo un portavoz no identificado de la industria del automóvil a la prensa.
2. (SBU) Durante el acto, Chávez amenazó a Fiat, Ford Motor, Toyota y General Motors, diciendo a los fabricantes de automóviles que debían transferir su tecnología a empresas locales o ser sustituidos por los fabricantes chinos, bielorrusos y rusos. Chávez también ordenó el ministro de Comercio, Eduardo Samán inspeccionar una planta de Toyota después de que rechazó un pedido GBRV para la fabricación de "socialista" SUVs. "Si Toyota no quiere fabricar (lo que ordena el GBRV), vamos a decirles que se vayan ... Esta es nuestra casa ... les vamos a tomar el control, los vamos a expropiar, les pagan lo que vale, y luego vamos a llamar a los chinos ", dijo Chávez.”[3]
Como vemos en estos dos artículos Chávez sigue reproduciendo la lógica de producción y de competencia capitalista y no trata de fomentar la Estatización de las empresas automotrices o la creación de cooperativas con control obrero.
En este artículo se puede inferir que el presidente venezolano posee intereses con capitales Chinos cuyo nación Venezuela tiene estrecha relación comercial.
“Estos ejemplos sugieren que el GBRV considera que las empresas del sector privado son necesarias en el corto plazo, pero prescindibles cada vez más como Venezuela se mueva más en el camino hacia una economía socialista[4].”
En ningún momento de ambos artículos se denota la intención de que el sector privado sea prescindible a corto plazo, ya que lo que Chávez desea es que si las empresas que tienen intereses que choquen con los intereses de la Republica Bolivariana, serán “expropiados[5] y serán “cedido[6] a otros capitales extranjeros, por ende a empresas privadas con una lógica capitalista y no socialista.
“En su discurso de año nuevo de 30 de diciembre, el presidente Chávez tuvo que admitir que 2009 fue un año difícil para su gobierno. La crisis mundial del capitalismo tuvo un gran impacto en la economía venezolana…” (…) “Para mantener el gasto público, Chávez tuvo que tomar nuevas medidas. El 8 de enero, anunció una devaluación de la moneda venezolana…” (…) “El problema es que esta medida no ayudará a largo plazo. Por el contrario, aumentará la inflación, que ha atormentado a los venezolanos durante el último par de años con tasas de 30,9% para 2008 y 25,1% para el año 2009, la más alta en América Latina. Sólo un par de días después de la devaluación, los precios empezaron a subir en todo tipo de productos; el coste de los vuelos se duplicó y lo mismo pasó con muchos dispositivos electrónicos, como ordenadores y portátiles, etc. El gobierno ha prometido luchar contra la inflación, enviando a Eduardo Samán, el Ministro de Comercio, a todas las tiendas que especulan y suben los precios artificialmente. Esto ya ha tenido lugar en un número de tiendas, donde el gobierno está amenazando con el cierre, la suspensión de la empresa[7]…”
Mientras el capitalismo se mantenga en su lugar, los trabajadores venezolanos y los pobres serán perseguidos por los males de la inflación, el desempleo y los recortes en el gasto social. Todos los intentos de maniobrar dentro de los límites de la economía de mercado va a terminar creando nuevas contradicciones

Conclusión

Como vemos este Socialismo del Siglo XXI no es más que una  forma de eliminar y controlar el creciente ascenso del movimiento obrero.
Para lograrlo Chávez genero unas series de reformas en las instituciones del Estado venezolano dándole más participación política a los estratos bajos de la sociedad.
Estas reformas si bien produjeron una participación en masa de la sociedad en la vida política, no alcanzan para que se produzca una transición hacia el socialismo y por ende mayor distribución de las riquezas.
Las políticas chavista emulan y profundiza las políticas de planificación Estatal keynesiana de las décadas del 50´y 60´, época en que los gobiernos iberoamericanos aplicaban políticas de justicia social, podemos ejemplificar con los dos gobiernos de Perón, donde los sectores obreros participaban de la vida políticas del Estado, no con la misma magnitud que el Venezuela hoy, esto hizo que los sectores obreros se alinien detrás del gobierno de Perón.
Con el discurso del Socialismo de Siglo XXI Hugo Chávez crea un mito fundante que le da la posibilidad de organizar a las masas y poder dirigirlas. Creando un discurso revolucionario y difundiéndolo por todos los medios y bajándolos a las escuelas, al igual que los hicieron Mussolini, Hitler y Perón con un discurso unificador. Pero en ningún momento las políticas económicas chavistas como vimos anteriormente trata de superar la economía capitalista sino perpetuarla bajo otra ideología.


[1] El Presidente habla con los empresarios desde el Hotel Caracas Hilton, el miércoles 18 de septiembre de 2004.

[2] Engels, Friedrich, DEL SOCIALISMO UTÓPICO AL SOCIALISMO CIENTÍFICO, Edición digital


[3] El cable confidencial fue publicado por Wikileaks el 1ro de septiembre de 2011, fechado el 29 de diciembre de 2009. Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=135680&titular=chávez-promueve-la-transición-hacia-una-economía-socialista-amenaza-a-los-fabricantes-extranjeros-

[4] Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=135680&titular=chávez-promueve-la-transición-hacia-una-economía-socialista-amenaza-a-los-fabricantes-extranjeros-
[5] En realidad las compras, como sucedían con la empresa Techim
[6] Cuando en el articulo dice”… llamar a los chinos…”, nos suponemos para llamar a una licitación
[7]  http://www.luchadeclases.org.ve/psuv/6629-la-expropiacie-los-bancos-el-congreso-del-psuv-y-la-reactivaciel-movimiento-obrero


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